Barcelona tiene fama de ciudad moderna, cosmopolita, ¡y además tiene mar! Su reputación es merecida, y por eso es uno de los destinos turísticos más visitados de Europa.
Además de museos, arquitectura, el casco histórico y muchas otras cosas que ver en Barcelona, la gente viene buscando el ambiente de calle, con una intensa vida nocturna y una gastronomía típica que no deja de lado las nuevas tendencias.
- Idioma: Español – Duración: 2 h
- 10.400 opiniones [9,5]
Barcelona presume de tener un estupendo clima mediterráneo, que hace que aquí no haya casi temporada baja. La cuna del modernismo en España tiene cantidad de cosas que ver y hacer, así que aquí te cuento varias claves para que no te pierdas nada cuando vengas.
Guía de viaje
Los 10 lugares imprescindibles que visitar en Barcelona
En esta lista te doy mi top 10 de lugares para visitar en Barcelona, mis preferidos según su popularidad e interés… y algún truco que se sale de lo habitual.
1. La Sagrada Familia
Venir a Barcelona y no conocer la Sagrada Familia es como… bueno, es que es impensable. Esta es una de las grandes obras de Antoni Gaudí, y vas a ver muchas durante tu visita a Barcelona, como si fuera un museo gigante al aire libre dedicado al modernismo.
La Sagrada Familia es una basílica en construcción, así que no te extrañe ver andamios en la fachada. La gracia del asunto es que, si vuelves a Barcelona dentro de un tiempo, siempre habrá una parte nueva para ver.
Calculan que estará terminada en 2026, coincidiendo con el centenario del fallecimiento de Gaudí. Cuando esté finalizada, será la iglesia cristiana más alta del mundo.
De momento, la parte que construyó Gaudí (la fachada del Nacimiento y la cripta) es Patrimonio de la Humanidad, aunque el resto de la edificación tiene diferentes premios y reconocimientos.
En el exterior se nota que han pasado diferentes arquitectos por el proyecto. Es especialmente famosa la fachada de la Pasión, creada por Josep María Subirach, con un estilo bastante diferente a la fachada del Nacimiento, en la parte contraria de la edificación. En realidad esto es bastante habitual en cualquier catedral: todas suelen ser una mezcla de estilos porque tardan siglos en terminarse y reflejan los cambios arquitectónicos en la historia.
- Idioma: Español – Duración: 2 h
- 526 opiniones [8,6]
Un detalle curioso: este es un templo expiatorio. ¿Y qué quiere decir eso? Que la construcción se paga con limosnas y donaciones. Esto ha provocado que las obras se parasen en algún momento, debido a la falta de fondos, aunque no parece que vaya a volver a ocurrir.
A conseguir esos fondos, por ejemplo, se destina la entrada al interior. No es precisamente barata, pero vale mucho la pena.
Si no quieres pagar puedes conformarte con ver la iglesia por fuera, pero entonces te perderás la visita al Museo donde se muestran dibujos y planos originales, maquetas del templo y objetos varios relacionados con el proyecto. Es la mejor forma de conocer la profunda simbología de todo el edificio.
También podrás acceder a la nave principal del templo. Esta parte se abrió a los fieles en 2010, y en ella podrás ver los coloridos y grandes ventanales con vidrieras que crean un espectáculo maravilloso cuando la luz incide directamente en este lado, las columnas que imitan la forma de los árboles… no se puede negar que la naturaleza era una de las grandes inspiraciones de Gaudí.
Puedes consultar las tarifas oficiales y los horarios aquí.
Si quieres entrar gratis, puedes intentar acudir a una de las misas que se celebran los sábados a las 20:00 y domingos a las 9:00, más fechas destacadas del calendario cristiano. Ten en cuenta que es un lugar de culto, así que entra en silencio y con respeto. Como el aforo es limitado, vete con tiempo porque las colas son bastante interesantes.
2. El Park Güell
Lo que te decía: vamos a nombrar mucho a Gaudí en este top 10 de lugares que ver y visitar en Barcelona.
El Park Güell es otro de los imprescincibles de la ciudad, fruto de la relación entre el empresario Eusebi Güell y el arquitecto Antoni Gaudí. Esta colaboración dio lugar a varios proyectos interesantes, pero ninguno con la repercusión de este parque.
El origen del parque fue la idea de crear una urbanización para familias acomodadas en una de las montañas que rodean la ciudad. En principio se plantearon unas 60 viviendas de forma triangular, cada una con su propia parcela para preservar la intimidad de los habitantes, respetando el acceso al sol y las vistas a mar y montaña.
En realidad las ventas no fueron tan bien como esperaban, así que solo se llegaron a construir dos de esas casas. Una de ellas fue la residencia del arquitecto, y hoy en día es la Casa Museo de Gaudí. Se puede visitar por 5,50 €, aunque también tienes la opción de incluirla en la entrada conjunta visitando la Sagrada Familia.
Lo que quedó pues fue un parque, hoy Patrimonio de la Humanidad, donde el arquitecto pudo dar rienda suelta a toda su creatividad: una intrincada red de calles, caminos y viaductos en los que las estructuras artificiales se confunden con las naturales.
- Idioma: Español – Duración: 1,15 h
- 175 opiniones [8,2]
El parque es para pasearlo con calma, incluso la parte gratuita te va a llevar horas. Pero si te animas a pagar la entrada aquí te dejo tres lugares imprescindibles:
- La escalinata del dragón: una doble escalera por la que discurre una fuente de formas caprichosas. Aquí está el famoso dragón o salamandra de trencadís (fragmentos de azulejos) que te vas a encontrar en toda tienda de souvenirs que se precie.
- El Teatro Griego, también conocido como Plaza de la Naturaleza. Aquí es dónde puedes hacer la mejor foto. Sentarse en alguno de los bancos de trencadís, de forma redondeada, y disfrutar de las vistas de la ciudad es imprescindible.
- La Sala Hipóstila: 86 columnas inspiradas en el estilo dórico, que sustentan una serie de cúpulas redondeadas. En el interior hay zonas abiertas, tres naves que imitan a un templo.
Puedes consultar las tarifas oficiales y los horarios aquí.
En cualquiera de las “cuevas” o salas con columnas de piedra te vas a encontrar una acústica impresionante. Por eso no es raro encontrar a músicos callejeros ofreciendo mini-conciertos, aprovechando que no hace falta sonorización. Busca a alguno que te guste, disfruta del show… y no te olvides de dejar una propina.
3. El Barrio Gótico y la Catedral
Te voy a contar una cosa que poca gente sabe: de gótico, poco.
En realidad el Barrio Gótico fue una gran operación de marketing orquestada por la burguesía catalana para atraer el turismo. Tomaron una parte de la Ciutat Vella y la plantearon como una oda al esplendor económico de la época (principios del siglo XX) y a la cultura catalana. Para ello, no se cortaron en trasladar edificios de otras zonas para darle “carácter”. Por ejemplo, la Casa Padellás, sede del Museo de Historia de Barcelona, que antes estaba en Vía Laietana.
¿Quiere esto decir que el Barrio Gótico es una “turistada” artificial? En absoluto. No te pierdas la experiencia de pasear por sus callejuelas -casi todo el barrio es peatonal- y descubrir un montón de rincones con encanto:
- Aprovecha para salir de compras por el Portal de l’Angel, o cualquiera de las calles cercanas, donde las franquicias dejan hueco a tiendas pequeñas y con un cierto toque hipster.
- Acércate a la Plaza Sant Jaume, un gran espacio abierto donde están el Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat.
- Tómate algo en la Plaça Reial. Por el día es zona de terraceo, cuando cae el sol alberga una intensa vida nocturna.
- Busca los restos del Barrio Judío y visita la antigua casa del tejedor Jusef Bohhiac, incluida dentro de la red del Museo de Historia de Barcelona.
- Levanta la vista en el Carrer del Bisbe para ver el puente aéreo que une ambos lados de la calle. Es gótico, sí, pero flamígero y data de 1928. Eso no le quita ni un ápice de espectacularidad.
- Y por supuesto visita la Catedral. Los lugareños la llama la Seu (la Sede) y se considera un ejemplo de gótico catalán, del siglo XIV. Aunque la fachada, no te lo pierdas, es de 1913. Una vez dentro puedes visitar diferentes capillas y criptas, un museo de arte sacro y las terrazas con una interesante vista panorámica.
En la plaza de la Catedral es habitual ver artistas callejeros variados, y los domingos por la mañana se bailan sardanas (el baile regional típico).
- Idioma: Español – Duración: 2,5 h
- 7 opiniones [7,4]
Callejea hasta buscar la plaza de San Felip Neri. En realidad es un pequeño rincón casi cerrado por los edificios de la zona, con una fuente en el medio. En una de las paredes, la de la iglesia de San Felip Neri, se pueden ver restos de metralla de la guerra civil.
La plaza no es fácil de encontrar (el GPS te lleva sin problemas), y por eso es un oasis de silencio en medio de un barrio muy, muy transitado.
4. La Pedrera, la Casa Batlló y el Paseo de Gràcia
El Passeig de Gràcia es una de las principales avenidas de la ciudad. Une la Plaza Cataluña con el barrio de Gràcia, uno de los más tradicionales de Barcelona. En realidad nació como ayuntamiento independiente, pero hoy está absorbido por la ciudad. En él puedes encontrar muchas tiendas artesanas, pequeños bares y restaurantes y mucha, mucha vida de barrio.
Pero quedémonos en el Paseo de Gràcia: prepara la tarjeta de crédito, porque aquí es donde están casi todas las tiendas de lujo: Cartier, Chanel, Tiffany’s, Prada, Jimmy Choo, Versace… Si no vas tan “sobrado”, que sepas que también las grandes franquicias tipo Zara o Mango cuidan su imagen de marca con tiendas en esta zona.
Pasear por sus anchas aceras fijándote en las fachadas es un gusto. Pero lo lógico es detenerse ante los dos monumentos más emblemáticos (y sí, volvemos a hablar de Antoni Gaudí):
- La Pedrera o Casa Milá. Lo primero que verás son sus característicos balcones en ondas, imitando el movimiento del mar. Una vez dentro, se pueden visitar espacios como los patios de las flores y las mariposas o el ático de la ballena (porque parece que estás dentro de una). Vas a alucinar, pero lo que más me impresionó a mí fue la azotea de los guerreros: las formas redondeadas crean una sensación de irrealidad, que se combina con las vistas sobre la ciudad.
Además, puedes hacer la visita de día o de noche, incluso contratando la cena para ir por todo lo alto. Y sobre todo morirte de envidia, porque resulta que además del uso turístico, comercial y de una interesante agenda cultural, ¡todavía quedan viviendas en su interior! Imagínate vivir en un piso como este.
- La Casa Batlló. En la acera de enfrente, un poco más abajo está esta otra joya modernista. La fachada, llena de color y formas redondeadas típicas del autor, pide a gritos que le saques veinte fotos… y eso es lo que hacen los cientos de turistas que te encuentras en la acera a casi cualquier hora. Una vez dentro, todo está lleno de rincones curiosos. Destaca de nuevo la terraza o Azotea del Dragón, ya que los colores y formas recuerdan a escamas.
Gaudí nunca explicó la simbología de esta casa, así que hay quién ve referencias a Sant Jordi, otros reminiscencias marinas… y lo que a ti te sugiera también vale.
En ambos edificios hay que pagar entrada, y no es fácil conseguirla el mismo día. Mejor que reserves con antelación.
- Idioma: Español – Duración: 4,5 h
- 156 opiniones [8,7]
Si aún te quedan ganas de más modernismo, presta atención a la Casa Amatller, obra de Josep Puig i Cadalfach. Es una pequeña maravilla, pero juega con la desventaja de estar pegado a la Casa Batlló, que se lleva todas las miradas. Tú no seas borrego y párate un momento a admirar su cuidada arquitectura.
En realidad esa zona se conoce como la Manzana de la Discordia, porque en su día varios edificios compitieron por un premio urbanístico. Así que no te pierdas la Casa Lleó Morera, la Casa Mulleras y la Casa Josefina Bonet.
5. Monasterio y macizo de Montserrat
Descansemos un poco del follón de la zona más urbana y busquemos un rato de silencio. Para eso no hay como acercarse hasta Montserrat, y no es necesario salir de la provincia.
Aquí se juntan dos intereses: el religioso y el paisajístico. El primero se basa en el culto a la Moreneta o Virgen de Montserrat. Es una talla de la virgen con el niño, ambos de piel oscura, que data del siglo XII.
Pero la leyenda se remonta a siglos antes, ya que se cuenta que unos niños pastores encontraron la primera imagen de la virgen en el año 880. De ahí nació la ermita original.
Lo que te vas a encontrar hoy es una impresionante basílica y un monasterio de la orden benedictina, donde viven unos 80 monjes. El monasterio tiene una de las bibliotecas más grandes de España y un coro infantil de gran renombre. De hecho está considerada como la escuela de canto más antigua de Occidente.
- Idioma: Español – Duración: 4,5 h
- 247 opiniones [8,5]
Monasterio y Basílica están dentro del Parque Natural de la Montaña de Montserrat. La orografía es muy reconocible, con piedra caliza y unos picos redondeados, llamados agujas, que marcan un paisaje difícil de ver en otros lugares. Aunque por fuera parece árida, la vegetación es típicamente mediterránea en su mayor parte.
Además, hay un museo religioso con curiosidades arqueológicas, pintura antigua y moderna. Desde luego, yo no esperaba encontrarme allí un Monet o un Degas.
Es también un gran lugar para hacer senderismo, ya que hay cantidad de caminos señalizados. De hecho, una buena opción es subir caminando hasta la Basílica. Si hace mucho calor ¡no olvides llevar agua!
Puedes consultar toda la información práctica para visitar el Montserrat aquí.
Desde la ciudad puedes llegar al Monasterio en coche: es más o menos una hora de camino. Aparcar allí es complicado, así que la recomendación es que dejes el coche en el gigantesco parking gratuito de Monistrol de Montserrat, y tomes desde allí el tren cremallera.
Si no tienes coche, busca la línea R5 (Barcelona-Manresa) de los Ferrocarriles Catalanes, que va directa hasta la estación del tren cremallera.
Otra opción, para los que prefieran emociones un poco más fuertes, es tomar el Teleférico. Son solo cinco minutos, pero un poco de infarto, porque salvas toda la montaña con una pendiente del 45% por ciento. También puedes llegar al teleférico cómodamente en el mismo tren R5, bajando en la estación Aeri de Montserrat.
6. Las Ramblas y el Mercado de la Boquería
La Rambla es, casi seguro, la calle más famosa de toda la ciudad. Y, aunque se ha convertido en un reclamo turístico bastante masificado, no deja de tener su gracia.
En realidad la calle está formada por varias ramblas (una palabra árabe que significa “arenal”, así que ya te imaginas lo que había aquí hace siglos: playa). Lo que se conoce popularmente como La Rambla nace en la Plaza Catalunya (donde puedes hacerte la típica foto con las palomas) y muere en el puerto antiguo o Port Vell, con la famosa estatua de Colón.
Por cierto, si quieres quedar como un guía turístico pro, explícales a tus acompañantes que la estatua no está señalando a América, que sería lo lógico. Para eso debería señalar en dirección tierra, pero claro, no quedaba tan bien.
Un poco más allá puedes acercarte hasta la Rambla del Mar, una pasarela de madera que te lleva hasta un gran centro comercial, el Maremágnum. Por esta zona está también el Museo Marítimo, en las antiguas Atarazanas Reales (astilleros). Normalmente hay un mercadillo en el paseo junto al mar, cerca de donde zarpan las Golondrinas, pequeños barcos turísticos para ver el puerto desde la costa.
Pasear por La Rambla es ver todo tipo de fauna: desde los artistas callejeros (impresionantes las estatuas vivientes) hasta los típicos kioskos de souvenirs y flores. Y luego, claro, no olvides mirar a derecha e izquierda. A un lado el Barrio Gótico, a otro el Raval. No te quejarás.
- Idioma: Español e inglés – Duración: 2,5h
- 319 opiniones [9,6]
La Rambla es una de las pocas calles donde vas a encontrar gente a cualquier hora del día… y de la noche. Para que no te despistes te doy un par de lugares en los que deberías pararte:
- La fuente de Canaletes. Aunque como fuente es sorprendentemente pequeña, aquí es donde se celebran las victorias del Barça.
- El Teatro del Liceu. Ardió hace unos años, pero hoy está totalmente reconstruido y alberga una interesante programación, sobre todo de Ópera. Es uno de los símbolos de la vida cultural de la ciudad.
- El Museo Erótico. Es un recorrido por el erotismo y el sexo a lo largo de la historia, combinando una exposición permanente con otras temporales.
- El Museo de Cera. En la Rambla, muy cerca de la estatua de Colón, hay un kiosko antiguo que te indica por dónde llegar. No es el mejor museo del mundo, y tiene un cierto toque decadente… quizá por eso tiene tanto encanto.
Mención aparte merece el Mercado de la Boquería. Se trata de un mercado típico con casi dos siglos de historia, que hoy es el corazón de la Barcelona gourmet. Productos frescos y de proximidad, así como ingredientes de casi cualquier parte del mundo, y como paradas reacondicionadas como bares y restaurantes donde tomar algo ya preparado. Comprar en la Boquería no es barato, pero ya solo visitarla es un espectáculo que te va a hacer la boca agua.
Aunque solo sea una vez, asómate al bar del Museo de Cera. El Bosc de les fades (o bosque de las hadas) está pegado a la Rambla, en un pequeño callejón llamado el Passatge de la Banca.
La decoración tiene dos partes diferenciadas: una es un bosque “mágico” con criaturas mitológicas, y otra está dedicada a la infancia con juguetes tradicionales. Suele estar lleno de turistas y no es barato tomarse algo allí, pero resulta muy curioso de ver.
7. El Tibidabo
El Tibidabo es la montaña más alta de la Sierra de Collserola, una de las fronteras naturales de la ciudad.
Subir hasta allí es conseguir unas tremendas vistas de Barcelona. En un día claro distingues perfectamente el trazado de las calles hasta el mar. Pero no nos conformamos con eso, miradores en Barcelona hay muchos, pero pocos con tanta solera como este…
- Duración: libre
- 10 opiniones [9,6]
Además hay muchas otras cosas que ver y visitar aparte del mirador:
- Templo del Sagrado Corazón. Su silueta se ve desde casi cualquier punto de Barcelona, un templo neogótico que se puede visitar de forma gratuita. También se puede subir a la parte superior para admirar las vistas, pero para eso ya hace falta entrada (cuesta tres euros)
- Parque de Atracciones del Tibidabo. Si estás buscando algo tipo Port Aventura, quizá no estás en el sitio correcto. Este parque presume de ser uno de los más antiguos del mundo (es de principios del siglo XX), y mantiene ese ambiente antiguo, con algunas de las atracciones originales conservadas y en uso.
Es famoso el avión, réplica de la primera nave que hizo el vuelo Barcelona-Madrid en 1927. Hoy es una atracción mecánica que te pone al borde del abismo (literal) solo con el movimiento de sus hélices. También el Museo de Autómatas, con piezas de los siglos XIX y XX. Y por supuesto la montaña rusa: no es la más alta del mundo ni tiene grandes loops, pero está construida aprovechando la inclinación natural de la montaña, así que el vértigo está asegurado.
En general, visitar el parque es una experiencia familiar, lejos del merchandising de los parques temáticos.
- Torre de Collserola. Construida por Norman Foster para las olimpiadas del 92. En realidad es una torre de telecomunicaciones, pero también un mirador, el más alto de la ciudad. Las entradas están gestionadas por el parque de atracciones, y tanto la visita libre como la guiada cuestan lo mismo, así que mi recomendación es que compres la segunda.
- Observatorio Fabra. Tiene más de cien años y sigue funcionando como centro de observación e investigación. También admiten visitas: la diurna te lleva por las instalaciones e incluye una ruta botánica por los jardines. La nocturna incluye la visita al observatorio y lo mejor: una observación del cielo con el telescopio original del centro, además de explicaciones según esté el cielo esa noche. También tienes la opción, en verano, de ir a cenar y quedarte a ver las estrellas.
Quizá hayas oído hablar del Funicular del Tibidabo. Es el más antiguo de España y su apertura se consideró una atracción más del Parque. Sin embargo, no te hagas ilusiones: está en obras y no abrirá hasta otoño de 2020.
Puedes subir hasta el Parque en coche o autobús público. Incluso andando desde la parada de metro más cercana, en Avinguda Tibidabo (pero es un buen paseo cuesta arriba). Sin embargo, si quieres un viaje “diferente”, puedes subirte al Tramvia Blau (tranvía azul), con todo el sabor de los tranvías antiguos.
8. Montjüic
La Montaña de Montjüic es el otro punto más elevado de la ciudad, junto al Tibidabo. Por eso se usaba como puesto de vigilancia militar, desde el Castillo de Montjüic. Si lo visitas, puedes pasear por sus murallas y baluartes, y disfrutar de vistas en 360°.
Pero la montaña da para mucho, no creas, desde la Fira de Barcelona en la parte de abajo, construida para la Exposición Internacional de 1929 hasta otros lugares interesantes que encontrarás ladera arriba:
- El espectáculo de luz y agua de la Fuente Mágica de Montjüic. Lleva 80 años en activo y hay varias exhibiciones temáticas que combinan música y color.
- El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Tiene la colección de arte románico más completa del mundo, entre otras cosas. Pero si no tienes cuerpo para museos, sube igual: solo por las vistas ya merece la pena.
- La Fundación Joan Miró, dedicada a la obra y legado del autor catalán.
- El Jardín Botánico, con más de 2.000 especies de plantas.
- El Anillo Olímpico. Construido para los Juegos Olímpicos del 92, incluye varias instalaciones deportivas que se usan también para conciertos y eventos de gran aforo.
- El Pueblo Español. También se creó para la Expo de 1929, y es una reproducción de edificios, calles y plazas de distintos lugares de España dónde hay alguna discoteca, restaurantes y además se celebran eventos como conciertos, espectáculos de flamenco, etc.
- Idioma: Español e inglés – Duración: 2,30 h
- 87 opiniones [9,2]
Si vas con niños, no te pierdas los Jardines de Joan Brossa. Las instalaciones del antiguo parque de atracciones de Montjüic se han reciclado en un cuidado parque al aire libre en el que encontrarás estatuas emblemáticas como las del payaso Charlie Rivel, la bailaora Carmen Amaya o Charlot. También hay una zona interactiva con diversos ingenios que producen música cuando los usas, perfectos para trastear un rato.
9. La Barceloneta
Curiosamente, Barcelona es una ciudad que ha vivido de espaldas al mar durante muchos años. La Barceloneta era una zona casi marginal, hasta que se recuperó con las Olimpiadas de 1992. El proceso de gentrificación ha tenido sus pros y sus contras, pero hay que decir que la zona conserva un cierto sabor de “barrio de pescadores” con casas bajas, callejuelas estrechas y pequeñas plazas, aunque bastante masificado sobre todo en verano por la proliferación de apartamentos turísticos.
La apertura al mar supuso la recuperación de la playa de arena, que va cambiando de nombre según la zona. Aquí muchos barceloneses aprovechan para tomar el sol, darse un baño (incluso en invierno), y tomar algo luego en cualquiera de los muchos chiriguitos y restaurantes de la zona. Insisto en que es un enclave turístico, así que no esperes precios económicos pero sí pescado fresco.
- Idioma: Español – Duración: 40min
- 119 opiniones [8,8]
Mirando al mar, a la izquierda está el Puerto Olímpico, con dos características torres que se ven desde lejos. Aquí encontrarás cantidad de tiendas y una moderna zona de ocio con restaurantes y discotecas. De nuevo, controla el presupuesto si vas justo. Aunque pasear por el puerto deportivo y ver los yates es gratis, y te pondrá los dientes largos.
Desde la Barceloneta puedes tomar el teleférico que une la costa con el mirador de Montjuic. Son unos 10 minutos de trayecto en los que consigues unas impresionantes vistas del puerto y la ciudad. La tarifa de ida y vuelta son solo 13,50 €. Mejor compra la entrada con antelación, sobre todo si vas en temporada alta.
10. Otros lugares que visitar en Barcelona
A pesar de ser una ciudad manejable en tamaño (no es Nueva York o París), en Barcelona hay mucho que ver y visitar, así que aquí va una lista de otras ideas interesantes para completar tu viaje:
- El Parc de la Ciutadella. El primer parque que tuvo Barcelona, y el único durante muchos años. Un buen lugar para pasear viendo esculturas al aire libre y disfrutar de los jardines. En un extremo está el Arco del Triunfo; puedes pasar por debajo.
- La Estación de França. Una estación modernista con una gran estructura metálica. Su arquitectura es lo más interesante. Aún está en activo, aunque la mayoría de las rutas son de corta y media distancia.
- Otros barrios. La ciudad está organizada por distritos, y estos por barrios. No te pierdas el Born, que últimamente es territorio hipster, o Gràcia, un barrio lleno de callejuelas y placitas para descubrir. El Raval es el antiguo “barrio chino” y, aunque mantiene la fama de conflictivo, ahora es mucho más transitable. Aquí está el MACBA o el CCCB, por ejemplo. Y la Rambla del Raval, donde hay un gato gigante de Botero, es un sitio estupendo para tomar algo por la tarde-noche.
- El Camp Nou. El estadio lugar de peregrinación de los aficionados al fútbol de todo el mundo. Dentro está el Museo del Barça, curiosamente el museo más visitado de toda Cataluña, y el tercero de España, después del Prado y el Reina Sofía en Madrid.
- Más modernismo. La arquitectura modernista está presente en toda la ciudad, así que esto es un no parar. Además de lo que ya he nombrado en este top 10, procura no perderte el Palau de la Música o el Hospital de Sant Pau.
- La Plaça de les Glòries. Es una broma recurrente entre los Barceloneses: esta plaza siempre está en obras. Aún así es una zona para visitar porque en los alrededores está el Museo del Diseño (alias “la grapadora”), la Torre Agbar (alias “el supositorio”) el Teatro Nacional de Catalunya y el mercado dels Encants, que combina una arquitectura moderna con el sabor de los antiguos mercados de pulgas.
- El Laberinto de Horta, un jardín-laberinto de setos en el que puedes “perderte” durante un rato y/o hacer fotos muy interesantes.
- El Monasterio de Pedralbes, de estilo gótico, situado en la zona alta y señorial de la ciudad. Muy cerca está también el Palacio Real de Pedralbes con unos preciosos jardines de estilo romántico.
Qué ver en Barcelona en un día
Olvídate: en un día no abarcas todo lo que hay para ver y visitar en Barcelona. Así que mi recomendación es que vayas directamente al centro y te dediques a pasear y disfrutar del ambiente de la ciudad.
Empieza por la Sagrada Familia. Si puedes, entra, aunque si vas con el tiempo justo siempre puedes rodear la manzana y admirar las diferentes fachadas.
De ahí, camina unos veinte minutos hasta el Paseo de Gràcia. Recuerda levantar la vista para no perderte los muchos edificios señoriales del barrio del Eixample.
Detente ante la Pedrera y la Casa Batlló y saca las correspondientes fotos. Aprovecha para cotillear los escaparates de las tiendas de lujo y, si se tercia, haz alguna compra.
Sigue caminando en dirección mar hasta la Plaza Catalunya, y baja por la Rambla hasta la estatua de Colón y el mar.
Echa la tarde callejeando por el Barrio Gótico, vete de tiendas por la zona y visita la plaza de la Catedral. A un paso tienes el Mercado de Santa Caterina; puedes aprovechar para cenar por la zona.
Qué ver en Barcelona en 2 días (o un fin de semana)
Aquí ya podemos detenernos un poquito más, así que te propongo una ruta intensa para aprovechar el tiempo a tope:
- Día uno
Empieza con la visita la Sagrada Familia. Entra con tiempo y con calma, y disfruta de los muchos detalles de su arquitectura. De ahí, retoma la ruta de que propongo en el apartado anterior: Paseo de Gracia, Casa Batlló y La Pedrera. Luego La Rambla y de ahí al Barrio Gótico. Suficiente para tomar contacto con la ciudad. - Día dos
Reserva con antelación y vete hasta el Park Güell. Con esto dejas Gaudí cubierto, al menos en lo básico. Y te va a llevar como mínimo toda la mañana. En tu última tarde en Barcelona acércate a ver el mar en condiciones. Ve hasta la Barceloneta, pasea con el barrio y date un homenaje cenando una paella de marisco en alguno de los chiringuitos de la zona.Y bueno, si quieres forzar el reloj siempre puedes tomar el teleférico hasta Montjüic, aunque solo sea para ver Barcelona desde alguno de sus miradores al atardecer.
Qué ver en Barcelona en 3 o 4 días
¿Tienes más tiempo? ¡Fantástico! Veamos qué más se puede hacer con esos días extra.
- 3Día tres
Sube hasta el Tibidabo, y disfruta de las vistas de la ciudad. Date una vuelta por el Parque de Atracciones, y sube a alguna de las atracciones más tradicionales. Por la tarde acércate hasta alguno de los barrios más conocidos: mi voto es para el Borne o Gràcia. - 4Día cuatro
Dedica el día a ir a Montserrat, escapando del mundanal ruido. Y a la noche, al volver de la excursión, puedes hacer un plan tranquilo como ir a ver la Fuente Mágica o algo más animado puedes ir al centro a conocer la vida nocturna de Barcelona como tu prefieras porque hay opciones para todo.
Museos gratis
Si quieres ahorrarte unos eurillos no dejes de consultar la lista de los museos que puedes visitar gratis en Barcelona. Algunos de los más interesantes tienen un día semanal en el que no se cobra entrada, así que mira cuál encaja mejor con tus planes e incluye algunas de estas visitas culturales.
- Museo Picasso. Contiene más de cuatro mil doscientas obras del artista en su colección permanente, especialmente de los primeros años (completísima hasta la etapa azul). No olvides consultar en su web qué exposiciones temporales tienes disponibles. Días gratis: los jueves por la tarde de 18 a 21.30 h y el primer domingo de cada mes, de 9 a 19 h. Y si coincide con tu viaje, hay jornada de puertas abiertas el 12 de febrero, 18 de mayo y 24 de septiembre.
- El MACBA. Si te gusta el arte contemporáneo no dejes de visitarlo. Su colección permanente tiene 6000 obras a partir de las vanguardias del siglo XX, pero la visita al completo es una experiencia. Tu día semanal gratis es el sábado, a partir de las 16 h, pero puedes consultar en la web otras opciones y horarios los días 12 de febrero, 18 y 19 de abril, 16 y 17 de mayo, 24 de septiembre y 28 de noviembre.
- Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Arte medieval, renacentista, barroco, moderno… Una visita por la historia del arte que puedes visitar gratis los sábados a partir de las 15 h; también los primeros domingos de mes, el 18 de mayo y el 11 de septiembre.
- Museo del Diseño. Si te gusta la moda, el diseño gráfico, las artes decorativas, los diseños textiles, la tipografía, los papeles pintados, el diseño industrial… Tu día es el domingo por la tarde (de 15 a 20 h) y cada primer domingo de mes. Hay jornada de puertas abiertas el 12 de febrero y 24 de septiembre. Consulta en su web las exposiciones temporales para no perderte nada.
- Museo de la Música. Instrumentos, grabaciones históricas, partituras manuscritas de maestros como Albéniz o Granados… Hay jornada de puertas abiertas los jueves y los domingos por la tarde, además de los primeros domingos de mes. Otras fechas coinciden con festividades dedicadas a la música, consúltalas aquí.
- Museo de la Historia de Barcelona (MUHBA). Un recorrido abierto por distintos espacios de la ciudad vinculados a su historia. El primer domingo de cada mes hay entrada gratuita a todos los espacios a excepción del Refugio 307 y el Parque Güell.
- Museo Marítimo de Barcelona. En los antiguos astilleros reales, la entrada es gratuita los domingos por la tarde
Hay muchos más museos y muy interesantes en Barcelona. Lamentablemente no todos tienen jornadas gratuitas, o al menos no las indican en su web, como por ejemplo la Fundación Joan Miró, Caixaforum, Cosmocaixa, el Museo del Modernismo de Barcelona, el Museo de Cera, el Museo Egipcio. De todas formas si estás muy interesado no dejes de llamar, porque es habitual que muchos participen en las actividades de el Día de los Museos o festividades locales, como el día de la Mercè (24 de septiembre). Menos el Museo del Chocolate, que informa explícitamente en su web que ya no hay entrada gratuita los primeros lunes de mes. Una pena.
Si vas a estar unos días y quieres exprimir la visita puedes registrarte en Gaudir Més. Es totalmente gratis, pero tienes que hacerlo con tiempo porque tarda unos días en activarse. ¿Ventajas? Puedes acceder gratis a todos estos lugares y tienes también descuentos interesantes en otros.
Miradores
Si te gusta ver las ciudades desde lo alto estás de suerte. Barcelona tiene miradores espléndidos, zonas altas naturales desde los que puedes tener la ciudad a tus pies.
- El Park Güell. Seguro que ya está incluido en tu visita a la ciudad, pero no podemos dejar de nombrarlo como uno de los miradores de lujo. El paseo por el parque te regalará algunas de las mejores vistas de Barcelona.
- Los búnkers del Carmel. Durante la Guerra Civil fue una batería antiaérea. Ahora es un lugar totalmente acondicionado y muy agradable, con vistas 360º de la ciudad.
- Las terrazas-mirador del MNAC, en las azoteas del Palau Nacional. Si visitas el museo la entrada está incluída en el ticket general; si no, son solo 2 €. Y merece la pena las vistas del skyline de Barcelona.
- El Mirador de Montjuïc. Otra vista de 360º desde la montaña y el castillo del mismo nombre. La distancia proporciona unas preciosas panorámicas hacia el mar.
- La Torre Collserola, centro de telecomunicaciones, también dispone de un mirador público al que se permite la subida. Se reserva a través de la web del Tibidabo.
- Sin salir de la ciudad, también tienes opciones para ascender a las alturas, como subir a las torres de la Sagrada Familia (acuérdate de reservar esa opción cuando compres tu ticket) o al mirador de Colón, aunque este último es un poco estrecho si se suman muchos visitantes.
- Y en lugares comerciales, puedes subir al mirador de la antigua plaza de toros Las Arenas, ahora un centro comercial. O al Restaurante de El Corte Inglés, con vistas a la Plaza de Catalunya.
Sitios turísticos que ver con niños
Aparte de llevarlos a caminar por la ciudad, lo que aguanten, o a lugares emblemáticos que hay que ver -los niños alucinan especialmente con Gaudí-, anota estas otras visitas que les van a encantar (y a ti):
- Museo del FC Barcelona. Si tus hijos son futboleros, ya sabes lo que tienes que hacer. O Tour guiado por el Camp Nou o visita al Museo del Barça, paseo por el terreno de juego y vestuarios… Hay actividades diversas y de todos los precios. ¡Ah!, si queréis cansaros un poco, tenéis una pista de hielo al lado del Camp Nou.
- Museo Olímpico. Otra opción si les gusta el deporte, porque está lleno de curiosidades y es bastante interactivo. Puedes entrar gratis el 12 de febrero, 18 de mayo y 24 de septiembre.
- Cosmocaixa. Un recorrido interactivo por el universo, un trocito de selva amazónica, una mirada a la Antártida, la magia de las matemáticas, el DNI geológico de la tierra, el asombroso planetario… Una visita interactiva que despierta la curiosidad por la ciencia y el conocimiento. Tus peques no la van a olvidar jamás. Para ir con tiempo y descansado, que echarás unas horas.
- Museo y tienda El rey de la magia. Si quieres que tus hijos flipen con cosas imposibles e inexplicables, llévalos a la tienda de magia más antigua del mundo, fundada por el prestidigitador catalán Joaquim Partagás en 1881. La visita está guiada por el mago Pere Rafart y es toda una experiencia (te llevas un juego de magia, incluido en la entrada).
- ¿Y el Parque de atracciones del Tibidabo? Entretenido y con unas vistas espectaculares.
Por último, vale que no está en Barcelona, pero recuerda que tienes Port Aventura y Ferrari Land a poco más de una hora. Y puedes contratar la entrada con el transporte en bus desde Barcelona con ofertas como esta.
Otros consejos para visitar Barcelona
Tarjetas turísticas
Como siempre, la oferta es amplia, pero aquí te cuento las principales tarjetas turísticas:
- La Barcelona Card te da acceso gratis a más de 25 museos y lugares de interés, y descuentos en la entrada de otros. Sin embargo, para mi gusto tiene bastantes limitaciones (en La Pedrera o la Casa Batlló hay descuento, por ejemplo, pero no en la Sagrada Familia o el Park Güell, que están en la lista de imprescindibles).
Incluye transporte público gratuito, pero no en los buses nocturnos ni en los transportes singulares como el bus turístico o el teleférico de Montjüic. - Mucho más completa (y mucho más cara) es la Barcelona Pass. Durante dos o tres días, a escoger, tienes entrada gratuita a una lista de museos o atracciones. Yo sigo echando de menos aquí más Gaudí, pero es cierto que si te lo montas bien, puedes amortizar la tarjeta en condiciones. Eso sí, cuenta con que esta no incluye transporte.
- De todos modos, puedes combinar cualquiera de estas con la Barcelona City Pass, que es más sencilla pero va muy al grano: entradas sin colas en la Sagrada Familia y el Park Güell, billete de ida y vuelta desde el aeropuerto, autobús turístico, y descuentos en otros museos y actividades. Puedes verlo aquí.
¿Cuándo visitar Barcelona?
El clima mediterráneo es muy suave y esto hace que en Barcelona no haya prácticamente temporada baja. Turistas (nacionales e internacionales) hay en cualquier momento, aunque la afluencia sube en vacaciones, sobre todo verano y Navidad.
En esas fechas es cuando peor temperatura hay (muy razonable, en cualquier caso) y cuando todo está a tope, así que mi recomendación es ir en otoño o primavera.
La temperatura en verano no suele llegar a los 30°, pero la humedad hace que la sensación térmica llegue a ser mucho mayor. Así que si vienes entre junio y septiembre ven con ropa cálida y protector solar.
Además, apunta estas fechas en las que la ciudad está a tope:
23 de abril, Sant Jordi. Es el patrón de Cataluña, y coincide con el día del libro. La zona de La Rambla y alrededores se llena de puestos de libreros, y es típico regalar una rosa o un libro a tus seres queridos.
23 de junio, Sant Joan. El solsticio de verano se celebra en la playa con hogueras, conciertos y, en general, fiesta hasta que salga el sol.
24 de septiembre, La Mercè. La patrona de Barcelona se celebra por todo lo alto, con una semana de actividades tradicionales, como correfocs o castellers y la clásica programación de conciertos y actividades culturales. Todo multitudinario.
A tener en cuenta
Seguridad
Barcelona es una ciudad muy segura, al nivel de cualquier ciudad europea. Sin embargo, ten en cuenta que en los últimos años han aumentado los pequeños robos, y los turistas suelen ser presa fácil de los amigos de lo ajeno.
Usa la lógica, ten cuidado con la cartera y la mochila sobre todo en el centro, y no tendrás problemas.
El idioma
En Barcelona conviven con naturalidad el castellano y el catalán, y puedes apañarte perfectamente en cualquiera de los dos. De hecho, piensa que aquí conviven cantidad de inmigrantes de distintas nacionalidades, y la mezcla de idiomas es bastante habitual.
Igual te resulta más complicado entenderte con el chino o paquistaní del bazar que con el botiguer o comerciante tradicional.
Transporte público
El transporte público en Barcelona funciona bastante bien, y es fácil moverse en la ciudad sin coche De hecho, es lo más recomendable porque aparcar en la calle puede ser imposible… y caro.
Si lo haces, hay varias opciones:
La TMB gestiona el metro y bus, y ofrece billetes combinados. ¿Qué quiere decir esto? Que si es en el plazo de una hora puedes combinar hasta tres trasbordos, en un plazo de 75 minutos. Además incluye los diferentes tranvías (3 líneas) que hay en la ciudad.
También tiene un bus turístico (el clásico hop on/hop off), que puedes contratar por separado. Puedes consultar rutas y precios aquí.
La TMB está incluida dentro del Área Metropolitana, lo que quiere decir que sus tarifas valen también para llegar la la mayoría de los ayuntamientos cercanos (todo lo que esté dentro de la zona 1).
El billete de metro/bus cuesta 2,40€, y la tarjeta de 10 viajes 11,35 € (T-casual). Así que a poco que la uses estará amortizada. Ten en cuenta sin embargo que es unipersonal, así que no puedes usarla para viajar varias personas a la vez. Puedes comprarla online, en las estaciones de metro o en la mayoría de estancos y kioskos.
Cuidado: el trayecto al aeropuerto no está incluido en la T-casual, tienes que comprarlo aparte.
Si lo prefieres puedes usar la Hola Barcelona Travel Card, con transporte ilimitado durante 2, 3, 4 o 5 días (incluyendo el aeropuerto). Y la mayoría de tarjetas turísticas también te dan la opción de usar metro o bus.
¿Conoces Barcelona? ¿Crees que me he dejado algo en el tintero? Seguro que sí, porque la ciudad da para mucho…
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